jueves, 4 de junio de 2009

Cura para los quejones...como yo

Rom 5: 3-5 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;y la paciencia , prueba, y la prueba esperanza; y la esperanza no averguenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Durante años, lo más cerca que estuve de gloriarme en las tribulaciones fue el decir o pensar en voz alta o baja: "bueno, ¡alabado sea Dios de todas maneras!
Sentía que mis quejas se justificaban generalmente, despues de todo a quién le gusta vivir con dolor y frustación?...pero estaba equivocado...totalmente equivocado, yo siempre decia.... a mi no me toca todavía y que pena que me dá recordar esa actitud de autosuficiencia.
Pero Dios sabía que yo necesitaba cambiar y crecer en esta area de mi vida.
Mi madre falleció, me sacaban del trabajo, tuve problemas con mi hijo, me sentía autosuficiente y todo lo justificaba...de verdad que equivocado vivía.
En Rom. 5: 3 y 4 , Pablo enseñó que las situaciones difíciles de la vida pueden producir un carácter piadoso en nosotros. Nuestras quejas obstaculizan la obra de Dios.
Alguna sugerencias para lograr vencer una actitud de queja:
  1. Recuerda que tus problemas no tomaron a Dios por sorpresa...Él sigue teniendo el control.
  2. Cree siempre que Dios tiene una solución, una provisión o un regalo de sabiduria igual a tu dificultad.
  3. Ora, afirmando tu fe en Dios y expresando tu confianza en su amante propósito para tí.
  4. Espera dispuesto, confiando en que Dios obrará en su perfecta voluntad.
  5. Alábalo y adóralo...incluso antes de que actúe.
Esta alternativa a la queja da a Dios una oportunidad de obrar creativamente, tanto en nosotros como en nuestras circunstancias. Y lo mejor de todo, aún cuando nuestras circunstancias no cambien, Él las usa para cambiarnos a nosotros...¡ te lo recomiendo!

no te quejes de las espinas que tienen las rosas, da gracias por las rosas que hay entre las espinas.

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