jueves, 4 de junio de 2009

Una respuesta blanda ...es efectiva

Rom. 12: 9-21 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo y haced lo bueno.
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.En lo que requiere diligencia, no perezozos; fervientesen espíritu, sirviendo al Señor;gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;compartiendo para las necesidaes de los santos; prácticando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen, bendecid y no maldigais. Gozaos con los que gozan; llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociandoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante delante de todos los hombres.Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré dice el Señor.
Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed , dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Proverbios 15: 1 nos dice que la blanda respuesta quita la ira.
En mi trabajo tengo unos amigos que me estiman mucho y después de haberme escuchado responder a unos de los directivos del centro donde trabajo se me acercaron y me aconsejaron que no ponga tanta cólera en mis respuestas al darlas, la verdad es que yo no aceptaba ese comentario pues estaba seguro que no lo hacía como ellos me lo comentaron. Un día, después de haber respondido a un directivo, inmediatamente me hicieron notar de la forma de mis palabras y como las decía...entendí que lo que ellos querían era ayudarme. Al verme confrontado con la palabra de Dios, me dí cuenta que ellos tenían razón. No estaba dando un buen testimonio de alguien que lee la palabra y la practica.
Había guardado en mi corazón resentimiento y amargura por mucho tiempo, la marea de mi ira estaba muy alta. Después de leer la palabra de Dios y recordar esos momentos, lo único que me queda por hacer es manso y humilde ante la ira y dejar las consecuencias aDios. Esto no quiere decir que permitamos el abuso, porque nadie tiene derecho de tratar mal al otro, pero lo que significa es que si podemos responder calmadamente a la ira de otra persona en la gracia de Dios.
Pablo lo expresó de esta manera: Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres (rom. 12-18)
Debemos ser pacificadores aun si otros rehúsan serlo. Nuestro deber es obedecer el resto se lo dejamos a Dios.
Puede que las palabras calmadas y suaves no alejen la ira en las otras personas, pero no te vas a arrepentir si das una respuesta blanda.
Si quieres manejar una situación dura...prueba con una respuesta blanda.
Gracias a Dios en primer lugar..... y a mis amigos...Oscar, Julio,Roberto...que Dios los bendiga.

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